La escena era espeluznante. En un viejo colchón yacían los cuerpos de Frorence Irene Arias Huata (27) y de sus pequeñas hijas, Jade y Kadi, de cuatro y tres años. Ellas fueron asesinadas de varios cuchillazos.
El principal sospechoso del triple homicidio es el padre de las niñas, Nereo Roberto Huamalí Vargas (34), quien –según la Policía y los familiares de las fallecidas– habría huido a su tierra natal, Junín.
El hallazgo de los cadáveres se produjo al mediodía de ayer en un puesto de venta de comida ubicado en la avenida Bolívar 1192, en el distrito de Santa Eulalia, a la altura del kilómetro 38 de la Carretera Central.
En ese local, Arias Huata trabajaba y vivía con sus pequeñas hijas y con quien es hoy el presunto homicida.
CADENA DE VIOLENCIA
Agentes de la comisaría de Chosica ingresaron al restaurante –que tenía las puertas cerradas con candados por afuera– junto con Soraya, hermana de Irene, quien sufrió una crisis nerviosa al ver la terrible escena.
Enmaculada Huata, madre de Frorence, señaló que no se comunicaba con su hija desde el lunes por la noche. Incluso estaba a punto de denunciar su desaparición. También dijo que esta era constantemente agredida por su yerno.
Entre lágrimas, relató que Huamalí Vargas violó el año pasado a su hija menor, de 13 años. Hace 15 días, la muchacha –que ya cumplió 14 años– dio a luz a un varón.
“Frorence quería separarse de ese hombre, pero él siempre regresaba. No lo botó a la calle por sus hijas”, sostuvo.
La semana pasada, añadió, Frorence se negó a que su esposo firmara la partida de nacimiento de su sobrino.
Troyano Arias, padre de la occisa, manifestó que denunciaron el abuso sexual en la comisaría de Chosica, pero que las autoridades no emitieron ninguna orden de captura.
Fuentes policiales indicaron que el presunto asesino se ensañó con sus víctimas y les cortó el abdomen.
Después de cinco horas, los peritos confirmaron que no se había hallado el arma homicida dentro del local. Los agentes están tras los pasos de Huamalí Vargas.
